¡La lucha es real! Seamos honestos: la mayoría de las personas no debaten bien. Las discusiones se vuelven emocionales, caen en trampas lógicas o se quedan atrapados en discusiones interminables que no cambian nada. Si de verdad quieres cambiar mentes, necesitas más que buenos argumentos: necesitas estrategia. Ahora es tu turno de dominar el arte del debate.